viernes, 25 de febrero de 2011

10ª IDEA IRRACIONAL: DEBES SENTIRTE MUY PREOCUPADO POR LOS PROBLEMAS DE LOS DEMÁS

Amsterdan, canal (foto Andy)
"Uno deberá sentirse muy preocupado por los problemas y las perturbaciones de los demás".




Esta es una de las ideas irracionales que según Albert Ellis más daño nos hacen. ¿Por qué?

- Los problemas de los demás con frecuencia nada o poco tienen que ver con nosotros y no hay ninguna razón por la que debamos estar preocupados por ellos.

- Aunque los demás realicen comportamientos que nos perturban, nuestro enojo no proviene de su conducta sino de lo que nos decimos a nosotros mismos.

- Por mucho que nos disgustemos por la conducta de los demás, esto probablemente no la cambiará, hemos de aceptar que no tenemos el poder de cambiar a los demás.

- Y si acaso lo conseguimos, hemos pagado un alto precio con nuestra perturbación, y hemos de buscar otras formas menos destructivas de intentar, sin alterarnos, que los demás corrijan sus errores.

- El involucrarnos en los problemas de otros a menudo se usa como una excusa sutil para no afrontar nuestros propios problemas.

¿Qué ideas serían las razonables?


1º.- Es bueno preguntarnos si realmente merece la pena preocuparse por los comportamientos de los demás, y debemos interesarnos sólo cuando nos preocupen lo suficiente, cuando pensemos que podemos ayudar a cambiar o que nuestra ayuda puede ser útil realmente.

2º.- Cuando aquellos que nos preocupan estén actuando erróneamente, no debemos preocuparnos por sus comportamientos y sí hacerles ver de forma tranquila y objetiva sus errores.

3º.- Si no podemos eliminar la conducta autodestructiva de otros, debemos al menos no estar enojados con nosotros mismos por no conseguirlo y renunciar a la ideas de mejorar esa situación

1 comentario:

  1. Muchas veces nos engañamos. Creemos que preocupándonos por los problemas de los demás compartimos su pena. Es un engaño. Si alguien cerca de ti tiene un problema, acercate a él y escúchale primero, después verás si puedes hacer más. Tranquilizar la conciencia no es el camino.

    ResponderEliminar