domingo, 13 de febrero de 2011

LEER LA PALABRE DE DIOS, IMPLICA: HOY TENEMOS LA OPORTUNIDAD EN LA CAMPAÑA CONTRA EL HAMBRE

Lectura de la Palabra, Iglesia PP.Capuchinos, Jerusalén
Se suele decir que el Evangelio es radical. Y es verdad, pues seguirlo es “meterse en líos”. La comodidad, la pereza, el pasar de las personas y de las cosas… no conjugan con eso de ser discípulos de Jesús.

El Evangelio de este domingo viene a confirmar lo que acabamos de decir. Solo reproducimos unas frases, Mt. 4, 17-37:

“No penséis que he venido a abolir la ley y los profetas; no he venido a abolirlos, sino a llevarlos hasta sus últimas consecuencias”. Por eso la Palabra de Dios es toda la Biblia, que se ha completado definitivamente con la venida de Jesús, según se recoge en el Evangelio. Ahí está toda la revelación. Ahí está la fuente donde beber. Ahí la sabiduría para el hombre que cree en Dios. Beber de esa fuente es absolutamente necesario para alimentar la fe. No andemos con rodeos y vayamos, con asiduidad, a beber de ella. En los Equipos lo tenemos como una de nuestros medios para realizarnos como cristianos con el carisma de los ENS. Con palabras del Papa Benedicto XVI: “Es importante leer la sagrada Escritura, por una parte, de manera muy personal y real, como dice san Pablo (1Tes 2,13), no como la palabra de un hombre o un documento pasado tal como leemos a Homero, o a Virgilio, sino como una palabra de Dios que siempre es actual y que me habla a mí. Aprender a escuchar un texto, históricamente del pasado, pero palabra viva de Dios, es decir, entrar en oración con ella, y hacer así de la lectura de la sagrada Escritura un diálogo con Dios” (Discurso a los seminaristas 17/02/07)

“Si en el momento de llevar tu ofrenda al altar recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda”. La mejor manera de amar a Dios es amar a las personas. ¿Cómo vamos a amar a Dios, a quien no vemos, si no amamos a las personas, que vemos? No es posible. Es más, no sería amor. Este tiene que empezar por loS más próximo: por mi mismo, por las personas con las que vivo, con quienes me relaciono, con los vecinos….y así extenderlo a TODOS. No lo podemos entender de otra manera. Por eso el evangelio nos dice que antes de ir a orar, vete a reconciliarte con tu hermano. A nadie podemos excluir. ¿Es esto pura teoría? No, esto es EVANGELIO PURO. ¿Podemos hacerlo? Podemos, porque somos imagen de DIOS, que es amor.

Qué sentido tiene todo lo anterior en este día en el que celebramos la CAMPAÑA DE MANOS UNIDAS CONTRA EL HAMBRE. ¿Cómo es posible que haya personas que no tengan para comer? ¿Cómo es posible que haya familias que no tengan para las primeras necesidades? Eso es posible porque no hemos hecho, todavía, realidad lo que dice el Evangelio. Para empezar no estaría mal que hoy nos rascásemos el bolsillo colaborando en la Campaña contra el Hambre.



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