lunes, 31 de octubre de 2016

DECALOGO DE LA PROACTIVIDAD



1. Adquiere el hábito de observarte como miras a otra persona: así serás más objetivo en tus percepciones.
2. Eres el responsable de tu propia vida: no dejes que sean los demás o las circunstancias quienes determinen tu conducta; elige y decide qué hacer.
3. Los resultados negativos no le deben desanimar: sigue adelante en la decisión tomada, si piensas que es la mejor.
4. No hagas algo por costumbre, porque es la moda, o porque te gusta: piensa, elige y actúa según tus principios.
5. Cuando te propongas un objetivo, cúmplelo. Cuando te comprometas con alguien o con algo, hazlo.
6. Después de tomar una decisión es necesario asumir las consecuencias de esa elección.
7. No existe responsabilidad sin iniciativa: busca en todo momento la forma mejor de hacer las cosas. No seas un mero ejecutor de instrucciones.
8. Quejarse, achacar culpas a otros, son formas de perpetuar los problemas. Procura ser mejor en eso que criticas y así estarás ayudando a los demás.
9. La opinión de los demás sobre ti (críticas, alabanzas, chismes, etc.) no deben perturbarte: haz las cosas bien siguiendo tus principios.
10. Todos somos responsables del éxito de una empresa; no pienses que un tema no te corresponde porque nadie se lo ha asignado: sé solidario.


domingo, 30 de octubre de 2016

JESÚS VINO A SALVARNOS

Palacio de justicia en Nueva York.

LUCAS 19, 1-10

1 Entró en Jericó y empezó a atravesar la ciudad. 2 En esto, un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de recaudadores y además rico, 3 trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura.

4 Entonces se adelantó corriendo y, para verlo, se subió a una higuera, porque iba a pasar por allí. 5 Al llegar a aquel sitio, levantó Jesús la vista y le dijo:

- Zaqueo, baja en seguida, que hoy tengo que alojarme en tu casa.

6 Él bajó en seguida y lo recibió muy contento.

7 Al ver aquello, se pusieron todos a criticarlo diciendo:

- ¡Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador!

8 Zaqueo se puso en pie y dirigiéndose al Señor le dijo:

- La mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres, y si a alguien he extorsionado dinero, se lo restituiré cuatro veces.

9 Jesús le contestó:

- Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también él es hijo de Abrahán. 10 Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar lo que estaba perdido y a salvarlo.

Jesús ama a todos los hombres. Podemos caer en la tentación de creer que algunos -los ricos, los estafadores, los sinvergüenzas, los corruptos- no tienen nada que ver con nosotros. Y eso es un error.

Todos estamos aprendiendo día a adía a ser mejores, a amar más. Cuando creamos que todo lo hacemos bien, cuando caigamos en la tentación de mirar a otros por encima del hombre, ¡apañados estamos! Porque, desde ese momento, prescindimos de Jesús.

Dios se ha hecho hombre para ayudarnos, para que nos demos cuenta de cómo tenemos que vivir, que ha de ser en una actitud de humildad y de procurar poner en práctica el mandamiento del amor.

Jesús vino a salvarnos, pero no para llevarnos al cielo, sino para vivir el aquí y el ahora como él mismo lo vivió. Todo lo demás es misterio. No sabemos cómo será la vida eterna ni sabemos cómo será el cielo después de la muerte. Pero sí sabemos que si acogemos a todos, si somos humildes, si amamos “ya estamos viviendo en el cielo y ya estamos salvados”.

El siguiente video nos invita a aceptar a todos porque ¡somos tan variados! Feliz domingo.

viernes, 28 de octubre de 2016

EL BAJÍSIMO



Paz y Bien, amiga, amigo. Así le gustaba saludar y nos enseñó a saludar San Francisco, el Poverello de Asís, el Hermano, el Pequeño, el Mínimo. Fue hombre de paz y de bien, porque se hizo pequeño, y no compitió con nadie. Cuando bajó del todo, fue libre y creció hasta el fondo de sí. Cuando nos volvamos pequeños, seremos libres, hermanos, dichosos. Divinos. Seremos nuestro ser verdadero.

El pasado 4 de octubre, fiesta de San Francisco, tuve el gusto de participar en Bilbao en la presentación de un libro muy especial sobre él: El Bajísimo, de Christian Bobin (Ed. El Gallo de Oro). Es un libro corto de sorprendente belleza y fuerza. Un libro poema de la primera hasta la última frase, escrito con la inocencia de un niño y el vigor de un profeta. La traducción de Alicia Martínez es espléndida, digna del texto original. Sobre su autor ha dicho André Comte Sponville, pensador místico y ateo: es el “el escritor más grande de su generación, el más dotado, el más original, el más libre –al margen de las modas–; uno de esos raros escritores que nos ayudan a vivir”.

El libro se abre con estas palabras: “El niño se fue con el ángel y el perro iba detrás”. ¿Reconoces la frase? Está en la Biblia, en el libro de Tobías, una breve y deliciosa novela del siglo III antes de nuestra era sobre una familia judía deportada a Nínive (entonces Asiria, hoy Irak). Los protagonistas son Tobit y Ana, su hijo Tobías y Sara, su esposa. Y un buen joven que, sin ellos saberlo, resulta ser un ángel llamado Rafael o “medicina de Dios”. Y el perro que les acompaña en la dicha y la desdicha, en todos sus caminos. Tob significa en hebreo “bueno” o “bondad”. Es una historia de bondad. La bondad es más fuerte que el exilio, más fuerte que la pobreza, más fuerte que la ceguera, más fuerte que la muerte. Y no te digo más, para que busques el librito en la Biblia y lo leas entero. Merece la pena, y son 14 páginas.

También El Bajísimo es un canto a la bondad, como la propia vida de Francisco de Asís, el hermano humilde, el hermano menor de la cigarra y del lobo. Porque el corazón le llevaba. O el gusto. “El amor no es amado”, exclamaba por los bosques, a veces cantando, a veces llorando. Deja a tu corazón que sea y haz lo que quieras.

En la Regla para sus hermanos escribe Francisco: “Que nadie sea llamado prior, mas todos sin excepción llámense hermanos menores. Y lávense los pies el uno al otro”. No son órdenes. No es cosa de duro empeño, sino de dejarse llevar por el impulso más profundo. En una sociedad medieval dividida como hoy en dos clases, “mayores” y “menores”, Francisco aspiró primero a ser caballero noble, señor, mayor. Pero pronto fue hallando otra satisfacción más grande, la de ser menor entre los menores, servidor de los leprosos, desecho social a las afueras de Asís. “Me era amargo ver leprosos –escribirá en su Testamento–, pero fui donde ellos y los traté con misericordia y lo que antes me era amargo se me tornó en dulzura de alma y cuerpo”.

Un día, yendo de camino con un compañero, se encontró con un pobre más pobre que ellos, y a Francisco le dio vergüenza. O le dio envidia más bien. “Envidia nunca vista”, comenta Tomás de Celano, coetáneo suyo y primer biógrafo. Francisco no era masoquista. Le guiaba el sano, santo gusto de ser hermano del último. Por eso fue feliz. Se hizo menor porque se sentía feliz, fue feliz porque se hizo el menor. “Escribe, hermano León –le dijo un día– cuál es la verdadera alegría. No consiste en que crezca la Orden, vengan a nosotros doctores y obispos, hagamos milagros, convirtamos a todos y seamos admirados”. ¿En qué consiste, pues?, le preguntó fray León. “Consiste en ser los últimos, tener paciencia en todo y hacer el bien a quien nos hace el mal”.

A esa otra alegría nos remite el último párrafo de El Bajísimo.Describe una foto de una familia con diez niños de caras radiantes que vienen de rebuscar en un basurero. Detrás viene un ángel. “Casi invisible, relegado al último plano, en la lejanía brumosa de la imagen, tres pasos por detrás, indolente, siguiendo el rastro de los niños, el carro y el ángel, el otro, el perro de Tobías y esa alegría en su paso, esta alegría insensata, la contraria de la alegría mercantil. Es al ver la alegría del perro sarnoso cuando habéis sabido que estabais ante o que se llama una imagen sagrada”. El libro concluye con estas palabras y nuestros ojos se abren al Infinito.

José Arregi 
(Publicado el 16-10-2016 en DEIA y los diarios del Grupo NOTICIAS)


jueves, 27 de octubre de 2016

LA IMPERFECCIÓN





Todos los días nos reunimos con personas que tienen muchos fallos. Es más, todos los días somos conscientes de la cantidad de imperfecciones y fallos que tenemos nosotros. Y a pesar de todo nos queremos mucho a nosotros mismos.

Pero como dice el texto que hemos incluido qué belleza hay cuando una persona sabe aceptar sus propios fallos sin querer aparentar otra cosa., Que soy vieja, que estoy gorda, que no oigo bien, que veo mal, que tengo manías, que soy muy criticona… pero acepto que debo cambiar lo que es posible hacer y respetar lo que no puedo cambiar.

Cuando queremos a alguien nos da igual que esa persona sea guapa o fea, gorda o delgada, silenciosa o alegre… Sólo queremos quererla, que nos quiera y nos sentimos felices de estar a su lado.

Así que amigos, os aceptamos como sois y esperamos que nos queráis como somos.
Un abrazo



Huellas

miércoles, 26 de octubre de 2016

martes, 25 de octubre de 2016

DOMUND: GRACIAS, MUCHAS GRACIAS


Texto completo del pregón Domund 2016 de Pilar Rahola en la Sagrada Familia de Barcelona 

 LA PATRIA DEL CORAZÓN
 
Excelentísimo Sr. Arzobispo Juan José Omella, monseñores, autoridades, amigas y amigos:

Buenas tardes. No puedo empezar este pregón sin compartir los sentimientos que, en este preciso momento, me tienen el corazón en un puño. Estoy en la Sagrada Familia, donde, como decía el poeta Joan Maragall, se fragua un mundo nuevo, el mundo de la paz.

Y estoy aquí porque he recibido el inmerecido honor de ser la pregonera de un grandioso acto de amor que, en nombre de Dios, nos permite creer en el ser humano. Si me disculpan la sinceridad, pocas veces me he sentido tan apelada por la responsabilidad y, al mismo tiempo, tan emocionada por la confianza.

No soy creyente, aunque algún buen amigo me dice que soy la no creyente más creyente que conoce. Pero tengo que ser sincera, porque, aunque me conmueve la espiritualidad que percibo en un lugar santo como este y admiro profundamente la elevada trascendencia que late el corazón de los creyentes, Dios me resulta un concepto huidizo y esquivo.

Sin embargo, esta dificultad para entender la divinidad no me impide ver a Dios en cada acto solidario, en cada gesto de entrega y estima al prójimo que realizan tantos creyentes, precisamente porque creen. ¡Qué idea luminosa, qué ideal tan elevado sacude la vida de miles de personas que un día deciden salir de su casa, cruzar fronteras y horizontes, y aterrizar en los lugares más abandonados del mundo, en aquellos agujeros negros del planeta que no salen ni en los mapas!

¡Qué revuelta interior tienen que vivir, qué grandeza de alma deben de tener, mujeres y hombres de fe, qué amor a Dios que los lleva a entregar la vida al servicio de la humanidad! No imagino ninguna revolución más pacífica ni ningún hito más grandioso.

Vivimos tiempos convulsos, que nos han dejado dañados en las creencias, huérfanos de ideologías y perdidos en laberintos de dudas y miedos. Somos una humanidad frágil y asustada que camina en la niebla, casi siempre sin brújula. En este momento de desconcierto, amenazados por ideologías totalitarias y afanes desaforados de consumo y por el vaciado de valores, el comportamiento de estos creyentes, que entienden a Dios como una inspiración de amor y de entrega, es un faro de luz, ciertamente, en la tiniebla.

Hablo de ellos, de los misioneros, y esta palabra tan antigua como la propia fe cristiana -no en vano los cristianos empezaron a salir de su tierra, para ir a la tierra de todos, desde los principios de los tiempos-, esta palabra, decía, ha sido ensuciada muchas veces, arrastrada por el fango del desprecio.

Es cierto que los misioneros tienen un doble deseo, una doble misión: son portadores de la palabra cristiana y, a la vez, servidores de las necesidades humanas. Es decir, ayudan yevangelizan, y pongo el acento en este último verbo, porque es el que ha sufrido los ataques más furibundos, sobre todo por parte de las ideologías que se sienten incómodas con la solidaridad, cuando se hace en nombre de Cristo. De esta incomodidad atávica, nace el desprecio de muchos.

Es evidente que las críticas históricas a determinadas prácticas en nombre de la evangelización son pertinentes y necesarias. Estoy convencida, leyendo el Nuevo Testamento, de que el mismo Jesús las rechazaría. Pero no estamos en la Edad Media, ni hace siglos, cuando, en nombre del Dios cristiano, se perpetraron acciones poco cristianas.

Desgraciadamente, el nombre de todos los dioses se usa en vano para hacer el mal, y este hecho tan humano tiene muy poco que ver con la idea trascendente de la divinidad. Pero, al mismo tiempo, hay que poner en valor la entrega de miles y miles de cristianos que, a lo largo de los siglos, han hecho un trabajo de evangelización, convencidos de que difundir los valores fraternales, la humildad, la entrega, la paz, el diálogo, difundir, pues, los valores del mensaje de Jesús, era bueno para la humanidad.

Si es pertinente hacer proselitismo político, cuando quien lo hace cree que defiende una ideología que mejorará el mundo, ¿por qué no ha de ser pertinente llevar la palabra de un Dios luminoso y bondadoso, que también aspira a mejorar el mundo? ¿Por qué, me pregunto -y es una pregunta retórica-, hacer propaganda ideológica es correcto, y evangelizar no lo es?

Es decir, ¿por qué ir a ayudar al prójimo es correcto cuando se hace en nombre de un ideal terrenal, y no lo es cuando se hace en nombre de un ideal espiritual? Y me permito la osadía de responder: porque los que lo rechazan lo hacen también por motivos ideológicos y no por posiciones éticas.

Quiero decir, pues, desde mi condición de no creyente: la misión de evangelizar es, también, una misión de servicio al ser humano, sea cual sea su condición, identidad, cultura, idioma..., porque los valores cristianos son valores universales que entroncan directamente con los derechos humanos.

Por supuesto, me refiero a la palabra de Dios como fuente de bondad y de paz, y no al uso de Dios como idea de poder y de imposición. Pero, con esta salvedad pertinente, el mensaje cristiano, especialmente en un tiempo de falta de valores sólidos y trascendentes, es una poderosa herramienta, transgresora y revolucionaria; la revolución del que no quiere matar a nadie, sino salvar a todos.

Permítanme que lo explicite una manera gráfica: si la humanidad se redujera a una isla con un centenar de personas, sin ningún libro, ni ninguna escuela, ni ningún conocimiento,pero se hubiera salvado el texto de los Diez Mandamientos, podríamos volver a levantar la civilización moderna.

Todo está allí: amarás al prójimo como a ti mismo, no robarás, no matarás, no hablarás en falso...; ¡la salida de la jungla, el ideal de la convivencia!

De hecho, si me disculpan la broma, solo sería necesario que los políticos aplicaran las leyes del catecismo para que no hubiera corrupción ni falsedad ni falta de escrúpulos.

El catecismo, sin duda, es el programa político más sólido y fiable que podamos imaginar.

Y de la idea menospreciada, criticada y tan a menudo rechazada de la evangelización, aotro concepto igualmente demonizado: el concepto de la caridad.

¿Cuántas personas de bien que se sienten implicadas en la idea progresista de la solidaridad, y alaban las bondades indiscutibles que la motivan, no soportan, en cambio, el concepto de la caridad cristiana?

Y uso el término con todas sus letras: caridad cristiana, consciente de cómo molesta esa motivación en determinados ambientes ideológicos.

Sin embargo, esta idea, que personalmente encuentro luminosa, pero que otros consideran paternalista e incluso prepotente, ha sido el sentimiento que ha motivado a millones de cristianos, a lo largo de los siglos, a servir a los demás. Y cuando hablamos de los demás, hablamos de servir a los desarraigados, a los olvidados, a los perdidos, a los marginados, a los enfermos, a los invisibles.

¡Quiénes somos nosotros, gente acomodada en nuestra feliz ética laica, para poner en cuestión la moral religiosa, que tanto bien ha hecho a la humanidad! La caridad cristiana ha sido el sentimiento pionero que ha sacudido la conciencia de muchos creyentes,decididos a entregar la vida propia para mejorar la vida de todos.

Y no me refiero solo a los misioneros actuales, a los más de quinientos catalanes, o a los casi trece mil de todo el Estado, repartidos por todo el mundo, allí donde hay necesidad más extrema, sino también a aquellos lejanos cristianos que, por amor a su fe, protagonizaron gestas heroicas.

¿Qué podemos decir, por ejemplo, de los mercedarios que se intercambiaban por personas que estaban presas en tierras musulmanas, como acto sublime de sacrificio propio, en favor de los demás?

El mismo ideal espiritual que motivaba a san Serapión a ir hasta el Magreb, entrar en la prisión de un sultán y liberar a un desconocido, convencido de que aquel acto de amor era un tributo a Dios, es el que motivó a Isabel Solà Matas, una joven enfermera catalana, perteneciente a la Congregación de Jesús-María, a estar dieciocho años en Guinea y ocho en Haití, hasta que fue asesinada. Durante todos estos años de entrega, dejó su estela de bondad y servicio, y, gracias a ella, por ejemplo, existe ahora el 
Proyecto Haití, un centro de atención y rehabilitación de mutilados que fabrica prótesis para los haitianos que no tienen recursos. La conocían como «la monja de los pies», porque, gracias a ella, muchos haitianos pobres habían tenido una segunda oportunidad. Casi ochocientos años separaban a san Serapión de Isabel Solà, y, en ocho siglos, el mismo alto ideal de servicio y entrega los motivaba, empujados por la creencia en un Dios de amor.

Y como Isabel, tantos otros misioneros, monjas, curas y seglares, muertos en cualquier rincón del mundo, asesinados, abatidos por virus terribles, caídos en las guerras de la oscuridad.

Cómo no recordar al hermano Manuel García Viejo, miembro de la Orden de San Juan de Dios, que, después de 52 años dedicados a la medicina en África, se infectó del ébola en Sierra Leona y murió.

O a su compañero de Orden 
Miguel Pajares, que desde los doce años dedicaba su vida a los más pobres y que regentaba un hospital en una de las zonas de Liberia más castigadas por el virus. Todos ellos, caídos en el servicio a la humanidad, motivados por su fe religiosay por la bondad de su alma.

Isabel, Manuel, Miguel son la metáfora de lo que significa el ideal del misionero: el de amar sin condiciones, ni concesiones.

Si Dios es el responsable de tal entrega completa, de tal sentimiento poderoso que atraviesa montañas, identidades, idiomas, culturas, religiones y fronteras, para aterrizar en el corazón mismo del ser humano, si Dios motiva tal viaje extraordinario, cómo no querer que esté cerca de nosotros, incluso cerca de aquellos que no conocemos el idioma para hablarle.

Decía Isabel Solà en 2011, en un vídeo-blog para pedir ayuda para su centro de prótesis: «Os preguntaréis cómo puedo seguir viviendo en Haití, entre tanta pobreza y miseria, entre terremotos, huracanes, inundaciones y cólera. Lo único que podría decir es que Haití es ahora el único lugar donde puedo estar y curar mi corazón. Haití es mi casa, mi familia, mi trabajo, mi sufrimiento y mi alegría, y mi lugar de encuentro con Dios».

No encuentro palabras más intensas para describir la fuerza grandiosa del amor. He dicho al inicio de este pregón que no soy creyente en Dios, y esta afirmación es tan sincera como, seguramente, triste. ¡Estamos tan solos ante la muerte los que no tenemos a Dios por compañía! Pero soy una creyente ferviente de todos estos hombres y mujeres que, gracias a Dios, nos dan intensas lecciones de vida, apóstoles infatigables de la creencia en la humanidad.

El papa Francisco ha pedido, en su Mensaje para este DOMUND, que los cristianos «salgan» de su tierra y lleven su mensaje de entrega, pero no porque los obliga una guerra o el hambre o la pobreza o la desdicha, como tantas víctimas hay en el mundo, sino porque los motiva el sentido de servicio y la fe trascendente.

Es un viaje hacia el centro de la humanidad. Esta llamada nos interpela a todos: a los creyentes, a los agnósticos, a los ateos, a los que sienten y a los que dudan, a los que creen y a los que niegan, o no saben, o querrían y no pueden.

Las misiones católicas son una ingente fuerza de vida, un inmenso ejército de soldados de la paz, que nos dan esperanza a la humanidad, cada vez que parece perdida.
Solo puedo decir: gracias por la entrega, gracias por la ayuda, gracias por el servicio;gracias, mil gracias, por creer en un Dios de luz, que nos ilumina a todos. 

Pilar Rahola


lunes, 24 de octubre de 2016

JORNADA REGIONAL DE RESPONSABLES DE EQUIPO


Los responsables de equipos de nuestro sector León, los que pudieron, tuvieron el sábado pasado la oportunidad de repasar, junto con los responsables de los demás sectores de nuestra Región, lo importante que es para el equipo el matrimonio responsable. Sabemos que las responsabilidades en los ENS son encargos temporales que nos pide el Movimiento. El matrimonio responsable es el primero en asumir la metodología, es el primero en animar, es el primero en estar atento a las necesidades del equipo, es el primero es conectar el propio equipo con el Movimiento.

Echamos en falta a nuestros responsables, Viti y Elvira, que en estos momentos están viviendo en Málaga unos días difíciles. Dios les ayuda.  


En la web de la Región se publica una reflexión de este día tan intenso que vivieron en La Virgen del Camino. Para leerla pincha aquí.

domingo, 23 de octubre de 2016

DIOS ES AMOR


LUCAS 18, 9-14

9 Refiriéndose a algunos que estaban plenamente convencidos de estar a bien con Dios y despreciaban a los demás, añadió esta parábola:

10 - Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo, el otro recaudador.

11 El fariseo se plantó y se puso a orar para sus adentros:

"Dios mío, te doy gracias de no ser como los demás hombres: ladrón, injusto o adúltero; ni tampoco como ese recaudador. 12 Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que gano".

13 El recaudador, en cambio, se quedó a distancia y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; se daba golpes de pecho diciendo:

"¡Dios mío, ten piedad de este pecador."

14 Os digo que éste bajó a su casa a bien con Dios y aquél no. Porque a todo el que se encumbra, lo abajarán, y al que se abaja, lo encumbrarán.

Para entender este evangelio hay que partir de esta afirmación: Dios es amor. Todo lo demás que decimos de Dios es complementario: que es justo, absoluto, poderoso, santo. El paso siguiente es que nosotros, los hombres, al ser imagen y semejanza de Dios, somos también seres amorosos, esto es, que nuestra esencia es ser amor. Cuando seamos capaces de darnos cuenta de lo que esto significa habremos superado la justicia.

Este evangelio nos ofrece dos formas de orar. La primera, la del fariseo, que se sabe todas las normas y las cumple a rajatabla. Por eso, en justicia, le reclama a Dios: ¡dame mi premio! La segunda, la del publicano, el que sabe que no hace bien, que le cuesta mucho hacer las cosas, que no es capaz de ser generoso, que no llega a cumplir las normas y lo reconoce y se lo dice al Señor y le pide ayuda. Este no reclama justicia, este ofrece a Dios lo que es y le pide su amor. Por eso Jesús le dice: tu ven conmigo porque reconoces que te ha costado hacer las cosas y que lo has hecho mal muchas veces.

Amigos de los equipos ¿seremos capaces de volcarnos en la oración del amor frente a la oración en la justicia? Cuidado, la justicia de la que hablamos es la justicia humana, porque la justicia divina es el amor.

Os invitamos a que este domingo en la oración estéis un rato en silencio y os preguntéis si la oración que hacemos se aproxima más a la justicia o al amor. Y dejad un rato que en el silencio Él os susurre. Y no tengamos miedo porque Dios nos ama a todos, al fariseo y al publicano.

El video que sigue lo explica de forma acertada. Todos jugamos el mismo partido. Feliz domingo


sábado, 22 de octubre de 2016

CREO EN EL SER HUMANO



Bella canción
creo en el ser humano
por su valor
amor, amor, amor unido vive y vencerá.

viernes, 21 de octubre de 2016

¿NO TE DAS CUENTA?



¿No te das cuenta?
ese gorrión está trinando para ti,
ese jirón de sol viene a visitarte a tu cuarto,
hasta esa campana insiste en llamarte,
el aire se mueve por entre tus cabellos,

¿no te das cuenta de que esa alegría espontánea que te brota
es un ángel que te visitaba en la niñez?
¿ya no te acuerdas?

¿no te das cuenta de que esa tristeza que te invade
es un juicio que alguien dejó en tu alma vulnerable?
pero eso ya pasó…

tu alma ahora es una montaña florecida entre la niebla.

jueves, 20 de octubre de 2016

NUEVO CURSO






El sábado pasado comenzamos un nuevo curso y al mirar para atrás nos damos cuenta de que no hemos hecho mucho este verano. Las vacaciones, la playa, la montaña o el pueblo donde hemos estado nos han absorbido tanto que nos hemos olvidado algunas veces de dar gracias a Dios, de hacer la sentada, de mejorar nuestra regla de vida, de leer el evangelio… En fin hemos vagueado demasiado sin darnos cuenta que Dios no ha tenido vacaciones.

Él ha estado siempre pendiente de nosotros para levantarnos cuando caíamos, para que no tropezáramos, para que mejoráramos, para amarnos. Os proponemos a todos lo siguiente. Demos unas vacaciones a Dios, seamos buenas personas, ayudémonos unos a los otros para que Dios no tenga que estar tan al tanto de lo que hacemos y así que descanse un poco.

Querido Dios: felices vacaciones.
un abrazo


Huellas

miércoles, 19 de octubre de 2016

EL CAMBIO ES DE CADA UNO

Miramos para muchos lados
Nos quejamos a diestra y siniestra
Maldecimos contra los que se aprovechan de los bienes públicos
Nos levantamos y apadrinamos causas nobles
Pero...
El verdadero cambio es hacia dentro.

martes, 18 de octubre de 2016

DEJAR IR

Precioso video. Nos aferramos a tantas cosas que nos agotamos. Queremos controlarlo todo y la vida es libertad, es volar, es riesgo, es dejarse llevar, es poner la confianza en Dios, es entregarse a la tarea...es reconocer que hemos sido creados para amar.
Que lo disfrutéis.


lunes, 17 de octubre de 2016

UN CURSO FENOMENAL


El sábado día 15, a las 19 horas, tuvo lugar la inauguración del curso ENS 2016-2017. Fue en la parroquia de San Isidro Labrador, organizada por el equipo sector. En la eucaristía de las 19 horas, los matrimonios de los Equipos de León participamos en la misa con los demás feligreses. La presidió Juan, consiliario del sector y párroco de San Isidro. En la homilía habló de tres necesidades básicas de la persona: una, respirar; dos, comer; tres, rezar. Las dos primeras, si se dejasen de realizar inevitablemente caemos en la muerte. Esto es evidente. Pero, lo mismo ocurre con la necesidad de orar. El evangelio del día nos invitaba a orar constantemente. Si dejamos de hacerlo, nos morimos. Porque dejamos de saborear la cercanía nos Dios, porque nos secamos espiritualmente.  El problema es que no nos damos cuenta.  Cuando dejamos de orar es como si fuésemos por la vida, sin rumbo, a lo tonto, sin saber a dónde dirigirnos. Este nuevo curso es una oportunidad para tomar conciencia de la necesidad de orar más. Precisamente el punto de esfuerzo sobre el que se nos invita a profundizar es la oración conyugal.

Los responsables del sector, Viti y Elvira, nos dieron unas pinceladas de las vivencias, inquietudes y proyectos que el Movimiento tiene a nivel nacional. El lema, Construyendo puentes de amor, el objetivo, acompañar, y el punto de esfuerzo a trabajar con más intensidad, la oración conyugal, estuvieron presentes es su exposición. Lo mismo que el reto de la Región Noroeste, ENS, Pilar y Puente, e incluso el mismo reto del sector, que es vivir los equipos con alegría.

Nos saludamos, nos agrazamos y disfrutamos de la compañía y la cercanía de unos y otros. Un vino en el hogar parroquial puso punto y seguido el nuevo curso. Ya estamos citados para que las reuniones de equipo fluyan por ese puente de amor que son los equipos. La vida de equipo ya nos ha llamado a una mayor intensidad.  Precisamente el próximo sábado día 22 tenemos el encuentro regional de responsables de equipo en La Virgen del Camino. Para informar, formar, animar, empujar, para amar.


Gracias a todos y venga adelante, este nuevo curso va a ser fenomenal. Porque todos queremos que así sea. Pues así será.


domingo, 16 de octubre de 2016

LA JUSTICIA DE DIOS ES EL AMOR


LUCAS 18, 1-8

1 Para explicarles que tenían que orar siempre y no desanimarse, les propuso esta parábola:

2 – En una ciudad había un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre. 3 En la misma ciudad había una viuda que iba a decirle: "Hazme justicia frente a mi adversario".

4 Por bastante tiempo no quiso, pero después pensó: "Yo no temo a Dios ni respeto a hombre, 5 pero esa viuda me está amargando la vida; le voy a hacer justicia, para que no venga continuamente a darme esta paliza".

6 Y el Señor añadió:

- Fijaos en lo que dice el juez injusto; 7 pues Dios ¿no reivindicará a sus elegidos, si ellos le gritan día y noche, o les dará largas? 8 Os digo que los reivindicará cuanto antes. Pero cuando llegue el Hijo del hombre, ¿qué?, ¿va a encontrar esa fe en la tierra?

En este evangelio se no invita, al menos, a dos cosas en las que queremos detenernos.

La primera es una invitación a orar constantemente. A orar siempre. A orar en todo momento. ¿Y eso es posible? ¿Qué es orar? Orar es darse cuenta que somos seres creados por Dios y vivir en consecuencia. Estaremos permanentemente en oración cuando esa consciencia de seres creados por Dios sea nuestra única forma de vivir. Dicho de otra manera. Orar no es pedir y pedir, no es dar gracias constantemente, no es alabar a Dios en alguna iglesia o en otro lugar, no es compadecernos de los que lo pasan mal. Aunque nuestras oraciones tienen mucho de esto y es necesario que así sea porque es un medio que nos ayuda, la oración permanente se consigue cuando toda la vida es amor. Cuando toda la vida es amor, toda la vida es oración. En ese caso ya no necesitamos pedir, ni dar gracias ni alabar, solo tenemos que vivir amando, porque ahí está todo. ¿Y por qué es así? Porque Dios es amor y nunca cambia. Cuando nosotros vivamos todo el tiempo amando haremos realidad el don para lo que fuimos creados, que es amar. ¿Llegaremos algún día a eso? ¿a esa oración constante, a ese vivir en el amor? Sin duda, porque Dios nos creó para eso. ¿Qué son sino los santos? ¿Qué es sino la perfección? Vivir amando.

La segunda invitación tiene que ver con la justicia de Dios. La justicia de Dios es el amor. Y Dios no puede actuar en contra del amor, por mucho que se lo pidamos. Dios está con los humildes, los desfavorecidos, los sencillos, pero no porque tengan poco sino porque son los que más se acercan a la naturaleza amorosa de Dios. La justicia humana trata de castigar al que comete un delito o trata de pagar los salarios según marca la ley. En cambio, la justicia divina no castiga a los hacen mal, al que mete la pata o al que es un delincuente, también esos son hijos de Dios, y Dios los acoge porque aunque rechace la acción mala y repudiable, sigue amando a la persona. Cuando descubramos que Dios ama a todos, nuestra vida dará un giro total. ¿Entonces, qué sentido tiene hacer las cosas bien? La felicidad que ello comporta. No se trata de ir acumulando méritos para la otra vida. Se trata de empezar a vivir aquí en el amor. Así es el cielo. Así se entiende la justicia divina.

Nos ha gustado esta invitación a la contemplación de Fray Marcos. Nos pueden servir para la oración conyugal y personal de este domingo:

La plenitud de la justicia está en la entrega absoluta y total.
Esto no tiene nada que ver con nuestra justicia.
La mayor de las injusticias sufrida desde esta perspectiva,
es compatible con la plenitud humana más absoluta.
.....................

Jesús en la cruz, llegó a la plenitud humana porque se identificó totalmente con Dios.
Ahí está su máxima gloria.
Ese es el camino que él ha marcado para todo ser humano.
Darse totalmente es la meta más alta que puede alcanzar el hombre.
.....................

Nuestra justicia está siempre mezclada con la venganza.
Mi plenitud no está en la derrota del enemigo
sino en dejarme derrotar por mantenerme en el amor.

Esto es el evangelio. ¿Quién se lo cree?

El siguiente video expone de una manera muy expresiva una especie de exigencia a Dios para que nos escuche. No tengamos miedo, Dios está ahí y nos escucha. Aunque no lo sintamos. Aunque esté callado. Aunque no comprendamos. Dios escucha. ¡Feliz domingo!

viernes, 14 de octubre de 2016

TÚ NO ERES TU MIEDO (3)




Nos vinculamos a las personas a través de dos sentimientos básicos, el amor y el odio y en cualquiera de ellos está presente el miedo, cuando amamos, miedo a perder a la persona amada, cuando odiamos, miedo de no volver a amar.

Nos identificamos con nuestros sentimientos pretendiendo fijarlos “para siempre”, no se puede fijar el amor para siempre y cuando tenemos esa intención es cuando aparece el miedo a perder, está claro que si no quisiéramos poseer ni perpetuar, el miedo no tendría cabida porque su lugar lo ocupa la libertad y ambos no pueden coexistir juntos, como no lo pueden hacer la luz y la oscuridad.

Un antídoto potente es la despersonalización del miedo, yo no soy mi miedo y por eso puedo elegir mirarlo con distancia emocional, erradicarlo o echarlo de mi vida.

DETRÁS DE CADA MIEDO HAY UN DESEO AGAZAPADO AL QUE NO NOS ATREVEMOS A DAR VIDA

Un día acompañaba a una persona en el proceso terapéutico de superar su ansiedad. Constantemente hablaba de que sus miedos la mantenían paralizada, se sentía sin energía e incapaz de hacer nada. ¿Cuál es el miedo al que más le temes?, le pregunté, “Me aterra volverme loca, ese es mi mayor miedo”. ¿Quieres trabajar tu miedo a volverte loca?, “sí”, respondió de inmediato. Entonces le ofrecí un folio en blanco y le di la consigna: escribe en la parte superior del folio “tengo miedo a volverme loca” y así lo hizo. Ahora escribe debajo “DESEO volverme loca PARA…” y a continuación escribe todo lo que te venga. En ese momento me miró negando con la cabeza, “ya te he dicho que ese es mi mayor miedo ¿Cómo voy a desearlo?”. Ya te entendí y tú aceptaste trabajar este miedo, adelante, escribe lo que te venga. Después de unos minutos volvió a mirarme, esta vez su cara reflejaba el asombro, sus ojos estaban muy abiertos y rápidamente comenzó a escribir: “deseo volverme loca para decirle a mi marido que ya estoy harta de que no me trate bien, a mis hijos que estoy hasta las narices de tener que ir siempre detrás de ellos quitando sus enredos, a mi jefe quiero decirle que es un explotador, a mi madre que me fastidia que me manipule con sus permanentes quejas……”.

Responsabilidad significa responder y en este caso, como en muchos, el miedo es una buena excusa para echar balones fuera y evadir nuestra responsabilidad.
El antídoto es conectar con nuestros deseos y atrevernos a jugarlos, si enfocamos nuestra energía hacia el autorespeto nos hacemos fuertes, aprendemos de las experiencias y transformamos nuestro miedo en sabiduría.

El bienestar no depende de tener una vida sin problemas, sino en fijar la confianza en nuestra capacidad para afrontarlos.

TODO ES SEGÚN EL COLOR CON QUE SE MIRA

Cuando miras con negatividad lo que ocurre a tu alrededor, dejas que el miedo aparezca y se fortalezca, así que potencia tu optimismo y revisa la manera como interpretas la realidad, todo es cuestión de la perspectiva  con la que te enfrentas a los acontecimientos.
Desde el miedo tendemos a ver las cosas peor de lo que son en realidad. Los pensamientos negativos dañan tu cuerpo y tu equilibrio, así que revisa tu diálogo interno, cuestiona tus creencias internas y descubre los pensamientos con los que alimentas tu miedo. ¡Suelta tu miedo!.

SI NO TUVIERAS MIEDO ¿QUÉ HARÍAS?

Te invito a parar un momento y preguntarte ¿Qué cosas no tengo hoy por culpa de mi miedo?.

Seguro que encontraras muchas cosas de las que te has privado por no atreverte a realizarlas. Quizá no has buscado un empleo porque has creído que no eres capaz o no le has dicho una persona que te gusta, me gustas, por temor a que te rechace o has evitado tener amigos por miedo a no gustarles o te has callado cuando querías hablar por miedo a que piensen ¡qué tontería está diciendo!.

Aquí te dejo otra pregunta, ¿Cómo sería tu vida si no tuvieras este miedo?.

Está en tu mano cambiar tu miedo por arrojo y valentía para ser quien eres. 

¡ADELANTE! 



jueves, 13 de octubre de 2016

MUJER Y VARÓN




Cada día leemos en la prensa que algún hombre ha acabado con la vida de su pareja y parece que no hay forma de parar esto. Pero Jesús en sus palabras deja bien claro que  Dios "los ha creado varón y mujer". Los dos han sido creados en igualdad. Dios no ha creado al varón con poder sobre la mujer. No ha creado a la mujer sometida al varón. Ninguno de los dos debe dominar al otro.
Por eso mujeres y varones se unirán para "ser una sola carne" e iniciar una vida compartida en la mutua entrega sin imposición ni sumisión. Es la única forma de que el amor crezca.
Este proyecto matrimonial es para Jesús la suprema expresión del amor humano. La mujer no debe vivir sometida al varón. Ambos deben vivir unidos por un amor libre y gratuito. Jesús nos lo recuerda claramente: "Lo que Dios ha unido, que no lo separe el varón".
Ojala siguiéramos escuchando todo lo que Dios nos deja claro sobre la relación de la pareja. Debemos actuar con energía cuando veamos abusos, violencia… del hombre contra la mujer. Y AMARNOS CADA DÍA MÁS. Estar siempre en cuarto creciente.

Un abrazo



Huellas

miércoles, 12 de octubre de 2016

TE DESEO



Te deseo primero que ames,
y que amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar
y que después de olvidar, no guardes rencores.
Deseo, pues, que no sea así, pero que si es,
sepas ser sin desesperar.
.
Te deseo también que tengas amigos,
y que, incluso malos e inconsecuentes
sean valientes y fieles, y que por lo menos
haya uno en quien confiar sin dudar.
.
Y porque la vida es así,
te deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,
para que, algunas veces, te cuestiones
tus propias certezas. Y que entre ellos,
haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro.
.
Te deseo además que seas útil,
más no insustituible.
Y que en los momentos malos,
cuando no quede más nada,
esa utilidad sea suficiente
para mantenerte en pie.
.
Igualmente, te deseo que seas tolerante,
no con los que se equivocan poco,
porque eso es fácil, sino con los que
se equivocan mucho e irremediablemente
y que haciendo buen uso de esa tolerancia,
sirvas de ejemplo a otros.
.
Te deseo que siendo joven
no madures demasiado de prisa,
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer y su dolor
y es necesario dejar
que fluyan entre nosotros.
.
Te deseo de paso que seas triste.
No todo el año sino apenas un día.
Pero que en ese día descubras
que la risa diaria es buena,
que la risa habitual es sosa y
la risa constante es malsana.
.
Te deseo que descubras,
con urgencia máxima,
por encima y a pesar de todo,
que existen, y que te rodean,
seres oprimidos,
tratados con injusticia y personas infelices.
.
Te deseo que acaricies un perro
alimentes a un pájaro
y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal,
porque de esa manera,
sentirás bien por nada.
.
Deseo también que plantes una semilla,
por mas minúscula que sea,
y la acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuántas vidas
está hecho un árbol.
.
Te deseo además, que tengas dinero,
porque es necesario ser práctico,
y que por lo menos una vez por año
pongas algo de ese dinero frente a ti y digas
"Esto es mío"
sólo para que quede claro
quien es el dueño de quien.
.
Te deseo también
que ninguno de tus afectos muera,
pero que si muere alguno,
puedas llorar sin lamentarte y sufrir
sin sentirte culpable
.
Te deseo por fin que
sien do hombre, tengas una buena mujer
y que siendo mujer, tengas un buen hombre,
mañana y al día siguiente,
y que cuando estén exhaustos y sonrientes,
hablen sobre amor para recomenzar.
.
Si todas estas cosas llegara a pasar
no tengo más nada que desearte.

Víctor Hugo

martes, 11 de octubre de 2016

EL DAR




Entonces, un hombre rico dijo: Háblanos del dar.

Y él contestó:

Dais muy poca cosa cuando dais de lo que poseéis.
Cuando dais algo de vosotros mismos es cuando realmen­te dais.
¿Qué son vuestras posesiones sino cosas que atesoráis por miedo a necesitarlas mañana?
Y mañana, ¿qué traerá el mañana al perro que, demasiado previsor, entierra huesos en la arena sin huellas mientras sigue a los peregrinos hacia la ciudad santa? ¿Y qué es el miedo a la necesidad sino la necesidad misma?
¿No es, en realidad, el miedo a la sed, cuando el manan­tial está lleno, la sed inextinguible?

Hay quienes dan poco de lo mucho que tienen y lo dan buscando el reconocimiento y su deseo oculto malogra sus regalos.
Y hay quienes tienen poco y lo dan todo.
Son éstos los creyentes en la vida y en la magnificencia de la vida y su cofre nunca está vacío.

Hay quienes dan con alegría y esa alegría es su premio.
Y hay quiénes dan con dolor y ese dolor es su bautismo.
Y hay quienes dan y no saben del dolor de dar, ni buscan la alegría de dar, ni dan conscientes de la virtud de dar.
Dan como, en el hondo valle, da el mirto su fragancia al espacio.
A través de las manos de los que como esos son, Dios habla y, desde el fondo de sus ojos, El sonríe sobre la tierra.

Es bueno dar algo cuando ha sido pedido, pero es mejor dar sin demanda, comprendiendo.
Y, para la mano abierta, la búsqueda de aquel que recibi­rá es mayor goce que el dar mismo.
¿Y hay algo, acaso, que podáis guardar? Todo lo que tenéis será dado algún día.
Dad, pues, ahora que la estación de dar es vuestra y no de vuestros herederos.

Decís a menudo: "Daría, pero sólo al que lo mereciera." Los árboles en vuestro huerto no dicen así, ni lo dicen los rebaños en vuestra pradera.
Ellos dan para vivir, ya que guardar es perecer.
Todo aquel que merece recibir sus días y sus noches, merece, seguramente, de vosotros todo lo demás.
Y aquel que mereció beber el océano de la vida, merece llenar su copa en vuestro pequeño arroyo.
¿Y cuál será mérito mayor que el de aquel que da el valor y la confianza -no la caridad- del recibir?
¿Y quiénes sois vosotros para que los hombres os muestren su seno y os descubran su orgullo para que así veáis sus mere­cimientos desnudos y su orgullo sin confusión?
Mirad primero si vosotros mismos merecéis dar y ser un instrumento del dar.
Porque, a la verdad, es la vida la que da a la vida, mientras que vosotros, que os creéis dadores, no sois sino testigos.

Y vosotros, los que recibís -y todos vosotros sois de ellos- no asumáis el peso de la gratitud, si no queréis colocar un yugo sobre vosotros y sobre quien os da.
Eleváos, más bien, con el dador en su dar como en unas alas.
Porque exagerar vuestra deuda es dudar de su generosi­dad, que tiene el libre corazón de la tierra como madre y a Dios como padre.

KHALIL GIBRAN

(Khalil Gibrán fue (aparte de pintor) poeta, novelista y ensayista. Nació en Líbano, aunque escribió su obra en inglés, ya que gran parte de su vida residió en Estados Unidos

El profeta es un libro que mezcla espiritualidad, sabiduría y poesía en prosa. Está dividido en varias partes, en las que Almustafá (el profeta), con tono sentencioso y a la vez poético, va tratando diferentes temas esenciales del Hombre, como "el amor", "el matrimonio", "la alegría y el dolor", "la libertad", "el conocimiento".)


lunes, 10 de octubre de 2016

SOMOS SILENCIO



El silencio es nuestra naturaleza real.

Lo que somos fundamentalmente es solo Silencio.

El Silencio está libre de principio y de fin.

No tiene causa.

En el Silencio todos los objetos tienen su origen. Es la luz que da a los objetos su forma. Todo movimiento y actividad es armonizado por el Silencio.

El Silencio disuelve todos los objetos.

No tiene opuesto, ya que no tiene nada que ver con la mente.

No puede ser definido, pero se puede sentir directamente porque es lo más cercano a nosotros.

El Silencio es libertad sin ninguna restricción o centro.

Es nuestra totalidad, ni dentro ni fuera del cuerpo.

El Silencio es alegría ni placer; no es psicológico.

Es sentir sin que haya alguien que siente.

El Silencio no necesita intermediario.

El Silencio es sagrado. Es sanador.

En el Silencio no hay miedo.

El Silencio es autónomo igual que el amor y la belleza.

El tiempo no lo toca.

El Silencio es meditación libre de toda intención, libre de un meditador.

El Silencio es la ausencia de uno mismo; o más bien, el Silencio es la ausencia de la ausencia.

El sonido que viene del Silencio es música.

Toda actividad es creativa cuando viene del Silencio.

El Silencio precede al hablar, precede a la poesía, a la música y a todas las artes. Es el origen de toda actividad creativa; lo que es verdaderamente creativo es la Palabra, es la Verdad.

El Silencio es Palabra y es Verdad.

El que está establecido en el Silencio vive en una constante ofrenda, en oración sin pedir nada, en agradecimiento, en continuo amor.


Jean KLEIN.